La Concejalía de Hacienda proyecta una reducción de un tercio de las cuentas municipales por la caída de un 70% en las licencias de obras
La aguda crisis del sector de la construcción obliga también al Ayuntamiento de Alicante a apretarse el cinturón. La Concejalía de Hacienda prepara un recorte de en torno al 32% en el Presupuesto municipal para 2009 debido, fundamentalmente, a la caída de las licencias de construcción, que se acerca al 70% en los siete primeros meses del año. El grupo de gobierno prepara una "drástica" reducción del gasto público, al tiempo que hace una llamada a la moderación salarial a los funcionarios y sindicatos.El concejal de Hacienda, Juan Zaragoza, calcula que las cuentas municipales del año próximo bajarán de los 255 millones del año en curso a unos 175 millones para poder ajustar los gastos a la menguada previsión de ingresos. "Este escenario de crisis nos obliga a tomar contundentes medidas restrictivas del gasto público", indicó ayer el edil, que ya ha comenzado a dar instrucciones de contención en el resto de áreas municipales.La proyección de ingresos municipales en concepto de licencias de construcción apenas llega al millar para 2008, la cuarta parte que el año anterior y casi un tercio de las de 2006. Se trata de la peor previsión desde mediados de los noventa y su evolución tiende a empeorar conforme se sigue enfriando la economía. "No sólo se trata de los permisos de obras", precisó Zaragoza, "sino también de los ingresos que generan el resto de actividades complementarias de la construcción que se ven afectadas".Ante este panorama de desaceleración, el Presupuesto Municipal de 2009 invertirá la tendencia de las cuentas vigentes, que crecieron un 7,71% con un incremento de 18,2 millones de euros con respecto al ejercicio de 2006, toda vez que en 2007 se prorrogaron los presupuestos. De hecho, en el Presupuesto de 2008 se incorporaron al padrón fiscal del municipio 5.000 nuevas unidades urbanas, que fueron determinantes para incrementar los ingresos, junto a la subida de un 2,4% en el tipo impositivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). "La antigua contribución urbana se mantiene y es esencial, pero la caída en la incorporación de nuevas fincas urbanas y su correspondiente licencia es un serio varapalo al capítulo de ingresos", argumentó Zaragoza.Preservar el gasto social y contener el "prescindible"La Concejalía de Hacienda ultima un paquete de medidas "restrictivas" en el gasto público, "que en ningún caso afectarán al compromiso social del Ayuntamiento, desde las ayudas a familias desfavorecidas o centros de mayores", explicó Zaragoza. Los recortes se concretarán en las próximas semanas y afectarán a "gastos superfluos o prescindibles". Zaragoza aprovecha la coyuntura desfavorable para apelar "a la contención salarial" de los funcionarios y a la "necesaria solidaridad de los bancos, cajas de ahorros y promotores, que se enriquecen con las miles de hipotecas de los ciudadanos".
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